No digas y mucho menos pienses que me conoces. Tampoco asegures con tanta vehemencia que me comprendes.
No añadas palabras que no he dicho, ni retires palabras que te duelan porque sean ciertas. No necesito que me justifiques ante nadie y mucho menos que me juzgues. No necesito la aprobación de ninguno para continuar viviendo. Soy un ser humano íntegro, honesto y ante todo sincero. Hay mucho más en mi, tanto, de lo que careces tú.