Pocas veces te dicen lo buena que eres haciendo siempre por los demás. Es como si te hubieras mimetizado al punto de no tener voluntad. Con la falsa idea de que lo que haces, lo debes y hacerlo bien es tu obligación.
Es cuando dices ¡ basta ya ! en que la sorpresa inunda el
pecho del gorila espalda plateada y no sabe si rascarse la cabeza o el culo,que para lo que
importa, es y da exactamente igual.
Salen una interminable lista de adjetivos todos ellos despectivos porque de manera llana te
plantas y decides no hacer más por quienes no lo aprecian.