No me arrepiento de las decisiones que he tomado por confiar en aquellos a quienes creí. Dejar
absolutamente todo cuanto eres y lo que tienes, por alguien, es un acto de fe ciega, requiere
valor y verticalidad. Crees en ti, en la honestidad y fuerza de ese sentimiento puro.
Me entristece que todo ese tsunami de emociones se haya convertido en desolación sin más. No
encontré lo prometido, más así fue, dándolo todo. Pero todo para algunos no es suficiente…
No seré yo quién rompa vínculos. Porque creo en lo sentido y desvincularme para mí sería
demostrar que me he mentido. Aceptaré en cambio, dar en beneficio, la aceptación de su
derrota.